domingo, 1 de diciembre de 2019

¡Dormilona en la escuela! Una experiencia inolvidable


Este viernes 29 de noviembre los niños y niñas de segundo año tuvieron la oportunidad de conocer cómo es nuestra escuela en la noche. Con mucha ansiedad llegaron cargados de sus sobres de dormir, almohadas y piyamas, acompañados de sus familiares.

Pueden ver la llegada apretando AQUÍ
 
La escuela los esperaba llena de sorpresas que las maestras, profes, la directora y familiares preparamos para ellos. “Parecía otra escuela”, “me sorprendí de lo linda que estaba”, “me fascinaron las estrellas de todos colores que colgaron y pegaron por todos lados”, comentaron los niños.




Los salones estaban llenos de colchonetas y los esperaban los quitapesares que cada uno preparó para este día y que durmieron bien cerquita ayudando a que todos pasaran una buenísima noche, aún estando lejos de casa y sin los familiares.


La despedida de ellos costó un poquito, pero nos dimos muy lindos abrazos y compartimos con la mirada recomendaciones y los mejores deseos para esta aventura.

Vean cuánto amor en estos abrazos, presionando AQUÍ

Ya estando solos, escuchamos un audio que nos mandó Imanol, un personaje especial, que ama coleccionar estrellas. 


Luego nos dividimos en grupos y jugamos en diferentes bases: a imaginarnos de campamento, rodeados de carpas, a hacer sombras chinas con títeres y nuestras manos, a crear historias a partir de palabras que aparecían a la luz de las linternas, a recorrer un circuito mágico, con túneles, elásticos, puentes sobre sillas y redes.







Más tarde cenamos todos juntos, compartiendo alimentos que prepararon nuestros familiares.

Después cantamos y bailamos con Camilo y las maestras alrededor de una fogata imaginaria. ¡Seguro nos escuchó todo el barrio!









Hasta que se vino el esperado momento de ponernos nuestros piyamas, lavarnos los dientes y prepararnos para dormir en nuestras clases con los amigos. A algunos amigos les costó un poco más y a otros un poco menos, pero entre cuentos y cuchicheos nos fuimos durmiendo, abrazaditos a nuestros quitapesares y rodeados de las estrellas que fuimos encontrando por todos los rincones de la escuela.



























El despertar con los amigos y las maestras fue muy lindo. Salimos al patio y jugamos un rato antes de desayunar.

Ojalá volvamos a repetir la experiencia. ¡¡Tanto los docentes como los niños la disfrutamos muchísimo!!